El origen de los libros bilingües se encuentra en las traducciones. Las primeras de las que se tiene noticia se hallaron en la biblioteca de Alejandría, se sabe que contaba con obras egipcias y babilónicas traducidas al griego. En la Edad Media, los principios de traducción, imitación y emulación de modelos latinos posibilitaron la producción de libros en diversas lenguas, además del latín. Mientras en el Renacimiento, el bilingüismo tuvo distintos propósitos: en la educación para la enseñanza de lenguas vernáculas como el latín y griego y en el comercio para los negocios. En México, los libros bilingües se comenzaron a publicar en el siglo XVI con fines de instrucción y evangelización. En esta exposición se exhiben dieciséis obras de la Biblioteca Franciscana de los siglos XVI al XIX en latín, náhuatl, griego, castellano, francés, italiano, inglés y árabe. El objetivo de la exhibición es mostrar los distintos usos que tuvieron este tipo de libros. Se dividen en tres áreas: formación religiosa, evangelización-predicación y estudio-enseñanza. Las obras de formación religiosa hacen referencia a la defensa del cristianismo y a su historia. Se encuentran principalmente en lenguas clásicas como latín y griego. Dentro de este grupo tenemos la obra Historiae Ecclesiasticae Scriptores Graeci que reúne los textos grecolatinos más representativos de la historia eclesiástica, cuyo editor John Christopherson fue el confesor de la reina María Tudor. La obra del Papa Gregori...
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Libros bilingües y multilingües: historia y usos
El origen de los libros bilingües se encuentra en las traducciones. Las primeras de las que se tiene noticia se hallaron en la biblioteca de Alejandría, se sabe que contaba con obras egipcias y babilónicas traducidas al griego. En la Edad Media, los principios de traducción, imitación y emulación de modelos latinos posibilitaron la producción de libros en diversas lenguas, además del latín. Mientras en el Renacimiento, el bilingüismo tuvo distintos propósitos: en la educación para la enseñanza de lenguas vernáculas como el latín y griego y en el comercio para los negocios. En México, los libros bilingües se comenzaron a publicar en el siglo XVI con fines de instrucción y evangelización. En esta exposición se exhiben dieciséis obras de la Biblioteca Franciscana de los siglos XVI al XIX en latín, náhuatl, griego, castellano, francés, italiano, inglés y árabe. El objetivo de la exhibición es mostrar los distintos usos que tuvieron este tipo de libros. Se dividen en tres áreas: formación religiosa, evangelización-predicación y estudio-enseñanza. Las obras de formación religiosa hacen referencia a la defensa del cristianismo y a su historia. Se encuentran principalmente en lenguas clásicas como latín y griego. Dentro de este grupo tenemos la obra Historiae Ecclesiasticae Scriptores Graeci que reúne los textos grecolatinos más representativos de la historia eclesiástica, cuyo editor John Christopherson fue el confesor de la reina María Tudor. La obra del Papa Gregorio I, Sancti Gregorii Magni Papae Primi es un ejemplo de obra bilingüe que intercala un cuadernillo en una lengua y en los restantes presenta textos en paralelo (dos lenguas en cada página). En el conjunto de evangelización y predicación se aprecian obras en las que el criterio utilitario fue la enseñanza del cristianismo en Nueva España, teniendo como lengua prioritaria el náhuatl. Como ejemplos: la obra trilingüe -latín, castellano y náhuatl- del jesuita poblano Ignacio de Paredes, Promptuario Manual Mexicano fue el libro de cabecera de párrocos y misioneros, esta obra fue también un análisis de la lengua náhuatl. El Arte Mexicano es una reimpresión de la obra del padre fray Diego de Galdo Guzmán, quién fue el primer fraile agustino en publicar un tratado lingüístico en la Nueva España. En el grupo de libros sobre estudio y enseñanza se presentan textos didácticos multilingües para el aprendizaje de lenguas como el francés, italiano, español y náhuatl. En este apartado, también se muestran obras sobre temas científicos como agricultura y música. Como se puede apreciar, los libros multilingües han sido necesarios para el aprendizaje y transmisión de conocimiento laico y religioso. Este tipo de obras son testimonio que, en el devenir de los siglos, no ha existido una lengua hegemónica y que en cada época convive una pluralidad lingüística. La exposición invita a valorar el multilingüismo que llegó hasta nuestros días para seguir enriqueciendo la cultura. ¡Esperamos la disfruten!