El autor de este libro, al recibir una pequeña herencia, decidió gastarla en un viaje por Egipto y Siria. En su obra, las descripciones sobre el estado físico, político y moral son hechas como si fuese un habitante de aquellos lugares hechas a través del juicio con los ojos de la sabiduría. Prudente en sus descripciones sabe confesar su ignorancia sobre las causas de los efectos que expone. Su obra fue recomendada por todos los votos al reconocimiento y a la confianza pública.
El mapa que aquí se expone corresponde a los tres continentes que visitó durante su viaje y se señalan con números los sitios de mayor reflexión.