El autor de este libro es el máximo representante de la actitud científica que se fue imponiendo desde finales del siglo XVII, y consiguió arraigo definitivo en el segundo cuarto del siglo XVIII (1725-1750).Tiene una deuda insoslayable con la tradición valenciana que comenzó en Luis Vives y termina en él, pues estuvo muy vinculado, desde 1741,a Gregorio Mayans y Siscar, al que debe que en 1742 obtuviera la cátedra de anatomía de la universidad de Valencia; más tarde obtuvo la plaza de médico titular en el Hospital General de Valencia, que influyó en su formación humanística (Jiménez, 2008). Aquí vemos un sello en tinta ferrogálica –llamada así porque contiene restos de aleaciones de metal, lo que da un efecto de brillo-, de procedencia desconocida. Se encuentra en una obra del s. XVIII, dañado por microorganismos –ya fumigado-. Sin embargo, ostenta un águila en la parte superior y tal vez, en la inferior una nopalera.
Bibliografía:
Jiménez, P. por R. G. (2008, diciembre 29). Andrés Piquer. Recuperado 19 de diciembre de 2017, a partir de http://rgjimenez-lafilosofahoy.blogspot.com/2008/12/andrs-piquer.html