Tesis profesional presentada por Herlinda Contreras Maya

Licenciatura en Artes Plásticas. Departamento de Artes. Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades, Universidad de las Américas Puebla.

Jurado Calificador

Presidente: Mtro. José Antonio Alvarez Morán
Vocal y Director: Dr. Alfonso Montelongo Murillo
Secretario: Mtra. Lázara Guadalupe Ordaz Caballero

Cholula, Puebla, México a 17 de mayo de 2007.

Resumen

El lenguaje es un instrumento del pensamiento y es el medio más efectivo -quizás el más sencillo- para expresar ideas. Es también el sistema comunicativo más conven-cional. La tendencia en las artes visuales a usar el texto como recurso legitimador parece aumentar en el siglo XX. El presente trabajo es una reflexión sobre la capacidad de expresión de la imagen artística cuando está acompañada de un texto que intenta darle significado. ¿Acaso lo necesita porque dicha capacidad ha disminuido? ¿Necesita la imagen un texto que dé instrucciones para su comprensión? Debo ad-vertir que empleo la palabra "imagen" de tal modo que permita cobijar cualquier objeto artístico.

Según el pensamiento de Herbert Read, en el libro Idea e imagen, la concepción sobre las imágenes ha ido cambiando. El siguiente brevísimo recorrido histórico inten-ta dar cuenta de los momentos en los que la concepción sobre la imagen ha cambiado significativamente, por lo que omito ciertos períodos de la historia del arte. Las imá-genes vitalistas (las de la pintura rupestre) son las primeras de que se tiene noticia. Parecen un modo instintivo de representación de cosas reales que ayuda a la super-vivencia, producto de un deseo de influir sobre el mundo exterior. En cambio, las imágenes mágicas evocan seres sobrenaturales, por ejemplo las venus. En ellas, la in-fluencia se dirige del mundo sobrenatural hacia el mundo del individuo. En la Grecia clásica las imágenes idealizan las proporciones de sus modelos. En la Edad Media se enseñan artificios de expresión dirigidos más por la razón que por la sensibilidad. Se ilustran conceptos que habían entrado en la conciencia no tanto como sensaciones, sino más bien como ideas recibidas o fórmulas. El Renacimiento se vale de la perspec-tiva y de las leyes de la óptica para provocar la ilusión de realidad. En el Romanti-cismo inició la expresión de la experiencia individual, y las imágenes pudieron libe-rarse de los cánones impuestos por la academia y por la sociedad. El artista del siglo XX incrementó la expresión del mundo subjetivo a expensas de la representación del mundo exterior. También se observa la presentación de objetos en lugar de su repre-sentación. Se experimentó, además, con la modificación de la naturaleza y función originales de los objetos presentados.

A mi juicio, en el siglo XX la imagen artística padece a menudo de una existencia precaria y es sólo visible mediante el lenguaje. Se analizaron las obras One and Eight de Joseph Kosuth y Home Run de Gabriel Orozco, con la finalidad de contrastarlas. En la primera intentamos mostrar la fusión de la imagen y el lenguaje. La obra artística con-siste en ocho palabras: NEON ELECTRICAL LIGHT ENGLISH GLASS LETTERS WITHE EIGHT, que a su vez son neón, eléctricas, luz, idioma inglés, vidrio, letras, blancas y ocho. La ima-gen es su propia descripción, es decir, la imagen y el texto son la misma cosa. Kosuth ha transformado en materia lo intangible: el lenguaje. Imagen y lenguaje crean un vértigo intelectual en el espectador, pues no puede distinguirse entre imagen y len-guaje, entre idea y materia. Por eso encuentro un vínculo estrecho entre lenguaje y imagen, entre significado y significante.

Contreras Maya, H. 2007. El uso del texto en las artes plásticas: instrucciones para mirar. Tesis Licenciatura. Artes Plásticas. Departamento de Artes, Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades, Universidad de las Américas Puebla. Mayo. Derechos Reservados © 2007.

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